Los caballos, igual que los humanos son seres sociales. Viven en manadas y establecen relaciones por medio de jerarquías y lenguaje corporal. Son muy parecidos a los humanos en sus relaciones: tienen diferentes personalidades, preferencias y actitudes. Les gusta divertirse, y buscan sentirse seguros.
Son extremadamente sensibles, por lo que identifican muy fácilmente los mensajes no verbales que los humanos enviamos al interactuar con ellos.
Las respuestas de los caballos a estos mensajes proporcionan información muy valiosa sobre patrones de comportamiento y actitudes en situaciones laborales o personales que pueden estar frenando el desarrollo del individuo.
Identificar patrones de comportamiento.
Analizar sus procesos de trabajo.
Entender de donde vienen sus resultados.
Identificar el origen de los conflictos.
Abrazar sus fortalezas y usarlas a su favor.
Generar empatía y mejorar relaciones.
Replantear problemas y situaciones complejas.
Encontrar nuevas estrategias y soluciones.